Temperatura de los hornos de leña

Hornos de leña
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Hornos de leña
Un detalle muy importante para cocinar en el horno es controlar su temperatura. Esto lo podemos hacer, evidentemente con un termómetro incorporado en el horno, pero si no disponemos de uno, existen otros métodos alternativos de control de la temperatura.
Dependiendo del aislamiento del horno de leña y del grueso de sus paredes, necesitaremos ir añadiendo leña hasta conseguir la temperatura óptima. Hay que tener en cuenta que cuanto mayor sean sus paredes, mayor tiempo y leña vamos a necesitar para calentarlo, pero en contrapartida tardará más en enfriarse.
Ver ► Termómetros para hornos
La temperatura ideal del horno
ronda los 250 grados y si la construcción del horno la hemos hecho correctamente, la temperatura será uniforme y podrá durar incluso 6 horas.
Una de las ventajas de los hornos de leña es que mantienen la temperatura constante de forma uniforme. Principal característica para que el cocinado sea perfecto.
Si no disponemos de un termómetro incorporado en el horno, podemos controlar la temperatura como se ha hecho toda la vida, controlando el interior del horno.
Observaremos que a medida que se vaya calentando el horno, el color de las piedras o los ladrillos refractarios del interior van cambiando de color volviéndose un tono ceniza claro. Este empieza normalmente a cambiar de color por la cúpula y termina coloreando las paredes y la totalidad del horno.
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