La figura del hombre en estas fiestas navideñas
· Navidad y Fin de Año para hombres: consejos para vestir, complementos, perfumes y gestos que elevan tu estilo y presencia, incluso cuando las mujeres acaparan el protagonismo.
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Consejos e ideas ► Para vivir la Navidad plenamente
28/11/2025 ― La Navidad, además de ser una época de reuniones y cenas, también es el momento del año en el que la elegancia masculina se pone a prueba. No se trata de disfrazarse ni de convertirse en alguien que no se es, sino de pulir la mejor versión de uno mismo. Vestir bien —y comportarse bien— es una proyección hacia los demás y hacia uno mismo. Con estas ideas, cualquier hombre puede acertar sin caer en excesos ni en horteradas.
Ideas practicas del rol masculino en las Navidades y Fin de Año
La Navidad no es carnaval
La Navidad es una fiesta, sí, pero no una de disfraces. Si no te has puesto un esmoquin en tu vida, a lo mejor no es momento para empezar. Y se te atreves, sé tradicional. Recuerda a Steve McQueen en The Thomas Crown affair.
Los básicos imprescindibles
Los clásicos recurrentes para el hombre dan buena imagen. Un traje oscuro en azul o gris, una corbata lisa, unos zapatos negros de cordones. Por supuesto nada de deportivas. Y unos calcetines a juego de hilo de Escocia hasta la rodilla. Los calcetines ejecutivos ―ese error histórico en la moda masculina― no están bien vistos. Y, por supuesto, una sencilla camisa blanca.
Complementos sin estridencias
Con el traje sé estricto en los complementos. Es el momento de dejar en casa el cinturón con iniciales, el pasador de corbata sólo vale si quieres parecer un mafioso y los «dibujitos» son simpáticos, pero no son aptos en corbatas, calcetines o ropa interior. La discreción siempre gana en elegancia.
Apuesta infalible
Un éxito seguro puede ser una americana de terciopelo negro y ya estás listo... Prueba a combinar con un jersey de cuello cisne en el mismo color. Es un conjunto sobrio, masculino y elegante muy casual.
Aseo impecable
Nada arruina más una buena imagen que una barba mal arreglada o pelos fuera de lugar. Un buen corte de pelo en la peluquería y, además, atrévete con una manicura. Las manos reflejan la personalidad del hombre.
El abrigo importa tanto como el traje
De poco sirve cuidar cada detalle del look si llegas a la cena con un anorak de diario. Para Navidad, un abrigo largo de lana —negro, azul marino o camel— es tu mejor aliado. Evita parkas, acolchados deportivos y capuchas peludas: eso es para pasear al perro, no para una cena elegante y formal.
Los perfumes, con medida y personalidad
No hace falta oler a duty free. Basta con un perfume clásico con aroma masculino y discreto, de notas amaderadas o cítricas. Una regla: si tú puedes olerte constantemente, te has pasado. El perfume debe acompañar, no anunciar tu llegada como una carroza de caramelos en una cabalgata.
El reloj adecuado y discreto
No saques el reloj deportivo con correa de goma en una cena formal. Para ocasiones navideñas, un reloj clásico, sobrio, metálico o con correa de piel, es lo correcto. El reloj comunica más sobre ti que la propia corbata. No caigas en la horterada de los nuevos ricos ostentosos.
La importancia del detalle inesperado
Un pañuelo blanco bien doblado en el bolsillo, unos gemelos discretos o una bufanda de cashmere pueden elevar el nivel de la elegancia sin caer en exageraciones. Pequeños gestos que transmiten estilo sin intentar llamar la atención.
Si usas jersey, que sea de calidad
Los jerséis de punto fino, merino o cashmere funcionan de maravilla con americana. Evita las bolas, los tejidos gordos «navideños» y las caricaturas de renos… a no ser que quieras parecer el primo americano del Ugly Sweater Christmas.
Cuida cómo te mueves con elegancia
No basta con vestir bien: hay que comportarse bien. Evita caminar como si llevaras prisa, no te quites el abrigo con prisas y recuerda que un traje necesita tranquilidad, no aspavientos. La elegancia está en el control. No es suficiente con vestir elegantemente; hay que moverse bien. Serenidad, postura y control.
Alcohol, sí; torpeza, no
Una copa de vino mejora cualquier conversación, tres la estropean la imagen. Si vas elegante, compórtate como tal. Nada arruina más rápido una buena imagen que convertirse en el gracioso de la noche.
Conversaciones inteligentes
La Navidad es el lugar donde la elegancia verbal también suma. Hablar de viajes, cine, arte o tecnología te hará destacar más que cualquier americana de terciopelo. Evita política, fútbol y discusiones familiares. La buena imagen empieza en la boca.
Sé el hombre que suma, no el que molesta
Ayuda a servir, acompaña, abre una botella, ofrece tus servicios… La elegancia también es actitud. Vestir bien es fácil; comportarse como un caballero, no tanto. La elegancia verdadera está en los pequeños gestos.
En definitiva, si vas a ir a una fiesta de noche o una cena de Navidad, lo ideal es optar por un traje oscuro, que puede ser liso o con finas rayas. En el caso del liso, se puede usar con camisas blancas o color muy claro de patrones discretos y corbatas lisas. Si el hombre prefiere optar por una corbata de dibujos, se puede elegir patrones como rayas, lunares u otras ilustraciones que estén de moda, pero debe ser discreta para evitar la falta de elegancia.
Nuestra propuesta del día:
Recetas de cocina que te harán una Navidad más sabrosa ― Son ideas culinarias sencillas ideales para los hombres que quieran ser los protagonistas estas fiestas en la cocina. Nada mejor que estas fechas tan familiares para lanzarse a la aventura entre fogones.
2110 - Secado natural lento es importante. Deja que el horno se seque de forma suave al aire libre durante unos días o semanas, dependiendo del clima.
♦ Algunos datos más ►
En Navidad, la tradición ha colocado a las mujeres como protagonistas: decoración, regalos, cenas, organización… todo parece girar en torno a ellas. Pero esto no significa que el hombre deba quedarse en segundo plano. La imaginación y el ingenio se convierten en herramientas indispensables para brillar en estas fiestas.
Un look cuidado, un perfume distintivo o un accesorio inesperado pueden marcar la diferencia y generar admiración sin necesidad de acaparar atención. La clave está en la sutileza: gestos atentos, pequeñas sorpresas, detalles elegantes y conversaciones inteligentes permiten destacar incluso en un escenario donde las mujeres llevan la batuta. La Navidad ofrece oportunidades para que el hombre combine estilo, creatividad y carisma: no se trata de competir, sino de complementar, de ser ese apoyo elegante y seguro que realza la magia de estas fechas navideñas. La actitud, al final, es la verdadera estrella.