Nuestro menú de Navidad
· La comida de Navidad no tiene por qué ser un menú caro, lo importante es compartir en familia una cocina un poco mas elaborada con una gran dosis de imaginación y cariño.
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9/11/2025 ― La comida de Navidad en casa, al igual que los menús que preparamos para otras celebraciones del año, es siempre un motivo de reunión familiar. Por eso, solemos elaborar algunas recetas un poco más especiales, aunque eso no significa que tengan que ser caras.
Organiza la comida navideña en familia y económica
En unas fiestas tan populares como la Navidad, preferimos evitar los productos típicos como los langostinos, las chuletas de cordero o cualquier tipo de marisco. En casa optamos por alternativas diferentes. Existen multitud de productos que apenas suben de precio en estas fechas y con los que se puedes preparar unos platos estupendos y más originales.
Así preparamos la comida de Navidad todos los años en casa
Lo dicho: en casa obviamos el marisco porque somos muy tradicionales, y no hay comida de Navidad sin pelotas. Así lo he vivido desde pequeño con mis abuelos, que eran de Benisa, y así se lo transmito ahora a mi hija. No hay que olvidar que las personas somos nuestros recuerdos, y los pueblos, sus tradiciones. Por mucho que a algunos les pese conservarlas, las tradiciones son la memoria viva de quienes fuimos.
La costumbre de preparar las pelotas de Navidad, al menos de este tipo que te voy a comentar, es originaria de la zona de Benisa ―Alicante―.
Receta de las pelotas en el cocido de Navidad
Preparando los ingredientes del plato principal
Carne de cerdo y ternera al 50 %, nuez moscada, sal, huevo, pan, piñones y todo ello envuelto en hojas de col. Ese es el secreto de esta espectacular receta navideña.
Debo recalcar que la col que envuelve las pelotas es uno de los bocados más exquisitos que he probado en mi vida, porque absorbe todo el sabor de la carne de las pelotas y las especias.

El cocido de Navidad: una tradición muy personal
Por lo demás, el cocido de Navidad es muy similar al madrileño o a cualquier otro cocido que se prepara en España: carne de ternera, pollo, cerdo, un buen garrón de jamón, garbanzos, patata, zanahoria, puerro, y sin olvidar el nabo y la chirivía.
No he mencionado el tocino porque quiero dedicarle unas líneas aparte a mi bocado estrella: un pedacito de patata con una puntita de tocino y un poco de sal. Es, sin duda, uno de los bocados gastronómicos más deliciosos que he probado jamás. Quizá sea la herencia culinaria más valiosa que me dejó mi abuelo.

Y para beber, un buen vino español
Finalmente, para acompañar, nada mejor que un buen Rioja, de esos que han reposado durante años en mi bodega. Este año le ha tocado el turno a un Rioja reserva del siglo pasado. Su color madera, que ha ido transformándose del rojo cereza a los tonos marrones castaño, y su transparencia cristalina son una auténtica delicia para la vista y el paladar.

Plantéate que, un vino bastante aceptable, puede costar unos 15 euros, por lo tanto, pagar 3 euros por una copa de buen vino merece la pena para una comida de Navidad.
Merece la pena preparar ► Una Navidad especial en familia
Nuestra propuesta del día:
Recetas muy sugerentes para celebrar la Navidad ― Son ideas muy sencillas que te servirán para salir de la monotonía culinaria de todo el año y te aseguro que no te romperán la economía. Además, sorprenderás a tu familia y amigos con unos platos originales.
2110 - Secado natural lento es importante. Deja que el horno se seque de forma suave al aire libre durante unos días o semanas, dependiendo del clima.
♦ Algunos datos más ►
En definitiva, la comida de Navidad no tiene por qué ser un derroche ni una competición de productos caros. Lo importante no está en el precio de los ingredientes, sino en el cariño con que se preparan y en la alegría de compartirlos. Las verdaderas fiestas se saborean en torno a la mesa, entre conversaciones, risas y recuerdos que se renuevan cada año.
Cada familia tiene sus costumbres, sus olores y sus sabores. En mi caso, el aroma del cocido y de las pelotas me transporta a mi infancia, a la cocina de mis abuelos y al calor de aquellas reuniones donde el tiempo parecía detenerse. Esos pequeños rituales, sencillos pero llenos de significado, son los que realmente dan sentido a la Navidad.
Porque al final, celebrar no es gastar, sino agradecer. Agradecer lo que tenemos, a quienes tenemos y, sobre todo, el poder reunirnos una vez más alrededor de una mesa para brindar por la vida y por la memoria de quienes nos enseñaron a disfrutarla.
